Todo vuelve

Todo en la moda, vuelve…

Por Camila Galfione

El Reino Unido vio nacer en los años cincuenta a la subcultura Mod, que para los años sesenta ya había abandonado el nido y comenzado a recorrer el mundo. El foco de este impactante movimiento se centró en las dos emes más atractivas: música y moda.

Sus comienzos fueron en los cincuenta con un grupo de hombres que escuchaban Jazz Moderno, pero una década más tarde, evolucionó e incluyó al otro género.

Los hombres de traje, la música Soul, las Vespa y los clubs nocturnos son sólo un fragmento del movimiento, que bandas de rock como The Beatles y The Who, supieron adoptar a mediados de los sesenta.

La obsesión por la moda y el culto del “hyper-cool” fueron las características con las que el político David Crowley definió a esta etapa en la que adolescentes y adultos jóvenes comenzaban a consumir indumentaria sofisticada.

Twiggy y Jean Shrimpton fueron las modelos referentes del estilo, vistiendo minifaldas cada vez más cortas, estampas geométricas como checkboards, rayados, colores vivos, botas y medias altas, y sombras de ojo marrones con pestañas postizas y pinta labios blancos. Otras mujeres del movimiento optaron por un look andrógino con el cabello corto, pantalones o blusas masculinas y la cara lavada.

Por momentos siento estar describiendo nuestra época actual. Esto se debe a que todo en la moda vuelve aunque más actualizado. Hoy los labios no son blancos, sino totalmente lo opuesto y las minifaldas harían el regreso del Mod algo demasiado obvio, pero las formas geométricas, las rayas, las botas altas, los colores vivos y el estilo andrógino están igual de presentes que en aquellos tiempos, con un aire renovado.

La moda es como el mar… viene como una gran ola hasta nuestra orilla y luego se lo lleva todo, pero tarde o temprano, aquello que se llevó, lo devuelve con nuevas sorpresas.

 

Setiembre, 2016.