Los rebeldes de la moda

Al parecer todo el mundo tiene una opinión y algo para decir acerca de Vetements, particularmente sobre la última pasarela, dado que es la primera vez que la firma se presenta en la semana de la alta costura parisina.
¿Por qué todo el mundo está obsesionado con Vetements? ¿Qué componente extra tiene Vetements que inquieta a toda la industria?

Muchas son las conjeturas que se escuchan por los pasillos: son transgresores al punto de perturbar el status quo de la moda, son libres, hacen lo que quieren y no responden a nadie, son diferentes, en fin, todos estamos de acuerdo en que cambiaron el sistema de la moda. El contexto en el que aparecieron ayudó a posicionarlos como una marca irreverente, que se burla de los cánones tradicionales; son una paradoja ambulante, comerciales y rebeldes al mismo tiempo. Cuando todo parecía estar estancado, sin sentimiento de renovación, Vetements apostó a un nuevo espíritu y esa estética tan particular los transformó en algo único.

La moda joven -en las pasarelas- había llegado al punto crítico donde todo pasaba por lo corporativo: los jóvenes diseñadores no tenían la oportunidad de mostrar sus colecciones a no ser que una mano corporativa salvadora les prestara un par de billetes para poder financiar la puesta en escena y colección. Éstos jóvenes se dieron el lujo de romper con todos los esquemas y se tiraron a la pileta nada más y nada menos que durante la semana de la alta costura parisina. Si bien su estética no es particularmente nueva ni tiene nada que no hayamos visto en escaparates de tiendas deportivas, debemos recordar que muchas veces, la moda en sí no piensa (totalmente) en el uso de la prenda y la relación con la persona que lo portará, sino más bien en el diseño del producto. En nada más que dos años el colectivo desarrolló una estética absolutamente reconocible, un producto relevante, sofisticado, anti-establishment.

El desfile, que se llevó a cabo en las Galerías Lafayette, abrió con seis pasadas de sastrería impoluta, en una especie de tentativa de derrocar todas las afirmaciones de “no hacen más que ropa deportiva”. La última colección es excesivamente usable, mucho más que las colecciones anteriores. El colectivo de diseño de Georgia que creó piezas en colaboración con 18 diferentes marcas ya establecidas como Levis, Carhartt, Reebok, Dr. Martens, Comme des Garçons, Manolo Blahnik, entre otras mostró un compendio de atuendos atemporales, impresionantes e inclusivos (hay para todos los gustos); una colección democrática en un mundo dónde la moda conceptual y temática va – lentamente – apagándose para darle lugar a un sentimiento más impulsivo de filosofía renovada, representando una subcultura que hasta hoy no tenía voz en las pasarelas.

Hay dos puntos importantes a destacar acerca del fenómeno Vetements:

Primero, existen nuevos grupos de consumidores de moda y Vetements acaparó la atención (a nivel mundial) de la generación Y, la generación que creció pegada a Internet y adosada a un teléfono móvil, una generación que en sociedades desarrolladas cuentan con un poder adquisitivo más alto que la generación anterior, toma muchas decisiones de compra; es un consumidor educado, sofisticado, demandante, y que medita y reflexiona antes de invertir en piezas de calidad y/o procedencia dudosa. Aunque en el mercado existan infinidad de marcas que ofrecen tendencias diferentes para diferentes grupos, siempre se puede encontrar un segmento cuyas necesidades no estén totalmente satisfechas. De ese modo, Vetements se ha puesto en relieve y se ha abierto el camino en las oportunidades de negocio, encontró su nicho con una estrategia de mercadeo impecable.

Segundo y último, que la cámara sindical de la alta costura francesa haya extendido la invitación a una marca como Vetements habla de una inmersión total y una apuesta al futuro sin precedentes. Hasta hoy la semana de la alta costura parisina era eso; alta costura; trajes inmaculados a precios estratosféricos que sólo billonarios pueden costear.

El respaldo a Vetements fue una astucia atrevida y experimental que deja una puerta entre abierta para jóvenes diseñadores de vanguardia que sueñan tocar el cielo con las manos.

Mercedes Azambuya.

 

Agosto, 2016.