Despidiéndonos del Káiser recordando algunos de los momentos más emblemáticos de su carrera.

Ayer, martes 19 de febrero, fue un triste día para la industria de la moda: falleció su rey con 85 años, Karl Lagerfeld. Trabajó hasta el último día para Chanel, Fendi y para su firma homónima. Hoy, queremos homenajearlo recordando algunas de sus grandes revoluciones en el mundo de la moda.

  • Karl fue quien trajo de regreso las rígidas chaquetas Chanel en tweed de los años 20, haciéndolas lucir vigentes en la actualidad. El créateur tenía el don de traer cualquier época, desde el Renacimiento hasta los años 80, al mundo de hoy. Sin duda fue un visionario. Jamás se quedó estancado en una época, e incluso con ochenta años, su estilo a la hora de diseñar se mantuvo absolutamente contemporáneo.
  • Lagerfeld logró adaptar jeans, cueros y avíos de plástico, madera y otros logrados a partir de impresiones digitales, a la escena más glamorosa de la moda. No tenía prejuicios con respecto al material, porque sabía que apenas lo tocara, se convertiría en oro.
  • En los años 80 envió a las modelos de Chanel a la pasarela con camelias (la flor preferida de Gabrielle Chanel) cubriendo sus pezones. Hoy no es nada extraordinario ver mujeres semidesnudas en shows, pero en aquel entonces ¡fue toda una revolución!
  • “El Káiser de la moda”, como muchos lo solían llamar, fue primero en diseñar trajes con hotpants, maxi-skirts y mini-skirts para darles un twist de contemporaneidad. El espíritu de Coco Chanel era revolucionario y Karl entendía la importancia de mantener esa esencia presente. Si eso implicaba reinventar el clásico trajecito que impuso Gabrielle, pues entonces lo haría.
  • El talento escondido detrás de las gafas negras posicionó Fendi como la firma italiana más innovadora. Creaba jardines mágicos con pieles sobre lujosos vestidos, se animaba a combinar cuero con PVC y no temía incorporar biker shorts en ostentosas colecciones.
  • Nadie montaba pasarelas como lo hacía el rey de la moda. Si hablamos de sus invenciones, en shows jamás tuvo competencia. Sus pasarelas fueron playas, estaciones de cohetes espaciales, supermercados de lujo, ciudades, el fondo del océano e incluso logró en una de sus puestas en escena, sentar a todos los invitados en la ambicionada primera fila.

Por Camila Galfione