Un aplauso a la diversidad

Por Camila Galfione

Sorprender es el desafío de la moda actual. “Ya está visto” es el último comentario que un diseñador de la alta moda querría recibir, si bien no es fácil satisfacer al exigente público de hoy. Sin embargo, Domenico Dolce y Stefano Gabbana se las ingeniaron con una propuesta nunca antes vista para su colección otoño-invierno 2017/18.

Aceptarse a uno mismo fue el lema de la línea que se realizó de manera inusual. La firma invitó a amigos de la marca de distintas etnias, edades y tamaños, algunos destacados millennials, otros provenientes de la realeza europea y unos tantos pertenecientes a familias de artistas, para que customicen todas las prendas de la colección a su manera.

Llevó largos días y hasta noches ajustar y personalizar las prendas de ciento cuarenta elegidos para la ocasión, pero el resultado fue fascinante. Cada uno lució en la pasarela su propia customización. Más allá de los diversos estilos, todos los conjuntos mantuvieron la impronta Dolce & Gabbana.

Los diseñadores ofrecieron todos los recursos a la hora del tunneo. Hubo alteraciones con métodos de estampación como la serigrafía y la sublimación digital, algunos optaron por la aplicación de parches, galones o bordados y otros prefirieron intervenir nuevos textiles a los modelos, para mencionar sólo algunos ejemplos.

Asombró la diversidad en la pasarela, no sólo dentro de la colección, sino de las personas que desfilaban. Fue realmente sorprendente como se mantuvo la esencia de la firma, a pesar de los distintos lookeos de los conjuntos. Lo más destacado es la manera en la que los diseñadores lograron diferenciarse y aplaudir la diversidad.

 

Créditos fotográficos: Vogue.com

 

Marzo, 2017.