La evasión digital, la búsqueda de bienestar, el cambio climático, el realismo digital y lo inesperado del metaverso pautan grandes contrastes en las macrotendencias.

Por Elaiza Pozzi

“Estos tiempos exigen mucha resistencia, creatividad e innovación”, señaló Boland al inicio del seminario. Esto requiere tener buena energía e inspiración y sentirse fuertes. Afirmó Christine Boland en la presentación de sus pronósticos para la moda 2023. Es que vivimos tiempos de profunda transformación y aceleracionismo. La moda acompaña lo que pasa, con una mirada interesante de los acontecimientos y con propuestas diversas y contrastantes entre sí. Las tendencias para esta temporada otoño invierno 2023 toman como temas protagónicos la sostenibilidad, el cambio climático y el avance de la tecnología en nuestras vidas.

MODA RESISTENTE: Diseños funcionales y conscientes 

Los diseños son cada vez más versátiles y funcionales. Surgen materiales suprareciclados que finalmente salen a la luz después de décadas de un consumo desenfrenado. La atemporalidad de las prendas se apoyan en la iniciativa que vienen desarrollando los seguidores de una moda más lenta. La moda se piensa cada vez más cómoda, para acompañar los veloces cambios y la aceleración. El pantalón cargo verde es una de las prendas top del año porque conjuga lo funcional con el color verde de la naturaleza. Y el mono en denim también es un must por su resistencia y simplicidad. Los marrones en toda su gama, son parte de esta tendencia más consciente acerca del cuidado del planeta.

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BIENESTAR EMOCIONAL: Colores relajantes

Una línea de tendencia apunta a los colores que aspiran al bienestar; el lila, el blanco y el verde matcha (verde muy claro) que aportan un efecto calmante. Colores relajantes para un detox digital y el equilibrio emocional. Contemplación, descanso y reflexión son muy necesarios en esta época para combatir el stress y la sobre estimulación que nos generan las redes sociales y los medios digitales. Por otra parte el verde esmeralda, ese verde brillante se suma a esta paleta preocupada por el medioambiente.

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ESCENARIOS FUTUROS: Texturas metálicas y realismo digital

Por otra parte, aparece la inteligencia artificial y el desarrollo del metaverso, desafían a los diseñadores de moda a imaginar escenarios futuros. Algunos son más optimistas y otros, como Balenciaga, más apocalípticos. Sin embargo, muchos coinciden en que la creatividad es el recurso necesario para combatir la automatización digital y la AI. La posibilidad de desarrollar aún más la imaginación parece posible aunque hoy creamos que todo ya está hecho. Los fashionistas buscan personalizar sus estilismos y la exclusividad del diseño gana valor. Colores intensos como el azul (Galactic Cobalt) y el púrpura, además de los metálicos, tienen que ver con la exploración espacial y el desarrollo del Metaverso que provocan un profundo misterio. La idea de una realidad aumentada y expandida. Los estampados “all-over” son geométricos como un realismo digital que nos enfrenta a ilusiones ópticas. Surrealismo e hiperrealidad conviven a la vez.

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POWER ENERGY: Colores energizantes

Los colores ejercen gran influencia en nuestro comportamiento y estado emocional. Por eso este año el color es el Magenta. Entre rosa y rojo, este color “fresa” resulta estimulante y audaz para enfrentar los cambios. También se suma el protagonismo del naranja, un color energizante, unisex que según los colorimetrists, reconstituye el equilibrio mente y cuerpo. Azul intenso, verde brillante, morado y el rosa completan la paleta de esta tendencia colorida y energizante.

Las estampas vienen en formas juguetonas, creativas y libres. Los problemas con el clima no son excusa para vivir intensamente, las camperas Puffer siguen este invierno, por su funcionalidad, en todos los formatos; chalecos, camperas cortas y largas.

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NOSTALGIA: Pieles, artesanías y dorado

La nostalgia por tiempos pre-digitalización cobran relevancia. Con respecto al tocar y sentir la textura de las cosas reales; surgen las pieles sintéticas en tapados y carteras, también la piel sintética de serpiente y de zebra. Combinaciones poderosas de alto contraste. Además se destacan los detalles y piezas artesanales; flecos, cordones, crochet y macramé, entre otros.

Esta tendencia nostálgica nos regresa al tweed y los estampados con ilusiones ópticas con espíritu retro para llevar de pies a cabeza. El dorado “gold” avanza dentro de los metalizados por su asociación al pasado, a las idealizadas “épocas doradas”.

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MODO AMBIGUO: Sastrería, blazers y hombreras

Cada vez son más las prendas “sin género”. El rosado ya no decimos que es un color solamente para mujeres o de carácter femenino. Y sucede lo mismo con el traje. El blazer es una de las tendencias más fuertes del 23. Se puede combinar con jeans, vestidos de fiesta, faldas o pantalones. Es la ambigüedad entre lo masculino y femenino lo que marca esta tendencia.

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ROTUNDA

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MODA BIOLÓGICA: Telas de fungí

La moda se nutre de los avances de la ciencia y de la mirada de los filósofos que buscan caminos nuevos en el saber. Ahora se recurre a bacterias y fungi, inhabitantes de la tierra, como nuevos recursos biológicos para generar novedosas tintas y pigmentos. Ya existen los vestidos que se iluminan solos. Es el mismo efecto de la bioluminiscencia, el fenómeno por el cual una reacción química genera luz en un organismo vivo. “Como siempre, la naturaleza es una gran influencia. Sin embargo, esta vez es más abstracto, a nivel nano. Cuando uno mira diversos procesos y estructuras de la naturaleza desde cerca, surgen mundos maravillosos. “Vamos a apreciar cada vez más la inteligencia natural”, Piensa en patrones y colores que inspiran a los diseñadores, pero también en el uso de materiales naturales para darle color a las telas, que recibirán más atención. En los últimos años, ya han visto la luz varias innovaciones que permiten colorear la ropa con pigmentos derivados de hongos”,  predice Boland, especialista holandesa en análisis de tendencias.