Entrevista a Diego Canessa autor del nuevo libro inspirado en José Enrique Rodó. 

Recientemente en el Museo Zorrilla se presentó “El Ariel Digital”. El libro de Diego Canessa rescata y pone en el tapete al pensamiento de Rodó desde una perspectiva actual.

¿Porqué El Ariel y porqué El Ariel Digital?

El autor uruguayo más leído y publicado es José Enrique Rodó, y su ensayo Ariel es su obra más difundida. Ariel es un mensaje dirigido a las juventudes continentales para motivarlas a desarrollar su voluntad y transformarse en personas virtuosas. Al principio del siglo XX, esas ideas tuvieron un profundo impacto en todo el mundo hispanoamericano, que debatía que rumbo debía tomar el continente.

Hoy enfrentamos un proceso de discontinuidad sistémica, se está formando un nuevo mundo delante de nuestras narices, y a una velocidad increíble. De ahí la importancia que tiene para las nuevas generaciones de nativos digitales, aprender e incorporar las ideas de nuestra tradición cultural, son un patrimonio imprescindible, entre tanta cantidad de cambios.

¿Cuál fue la fuerza de Rodó que hizo que se destacara en nuestra historia? (o Qué fue lo que hizo que Rodó se destacara en nuestra historia?)

La obra de Rodó ha impactado en varias generaciones, recordemos que nace en 1871 y muere en 1917. Tal vez la generación que más se benefició de sus enseñanzas fue la del Uruguay del Centenario, la que construyó los principales íconos republicanos. Para aquella generación, el poder de las ideas quedó reflejado en obras que aún hoy nos asombran. Un ejemplo es el propio Monumento a José Enrique Rodó, en el parque que lleva su nombre, con una obra monumental de José Belloni.

Nuestro patrimonio de ideas, pueden crecer o decrecer, Rodó propuso, y propone todavía hoy, desarrollarlas, cito textual un fragmento del Ariel: «fijar vuestro punto de partida, no ciertamente para destruir, sino para educar el espíritu del régimen que encontráis en pie». Toda una afirmación.

¿De qué manera o en qué sentido aplican hoy las ideas de pensadores como Rodó?

Los grandes maestros tienen el rol de mostrarnos lo que no podemos ver las personas comunes, nos hacen fijar la mirada más lejos. Rodó fue de los primeros que entendió la potencialidad del círculo histórico cultural del que somos parte, supo antes que otros que estamos unidos a páginas muy potentes de la historia humana. Esa es nuestra identidad, y nuestra inmensa potencialidad. La poetisa Gabriela Mistral remarcó que Rodó fue el inicio de una conciencia histórica latinoamericana. Personalmente creo que es muy importante para los jóvenes de nuestro país, y de todo el continente, conocer esas ideas, porque toda persona que emprenda una acción, ya sea una carrera, formar una familia o crear comunidad, es más exitosa si tiene plena conciencia de su identidad.

¿Cuál era su idea de hombre INTEGRAL?

En Ariel, Rodó dice que cada uno… «debe velar, en lo íntimo de vuestra alma, la conciencia de la unidad fundamental de nuestra naturaleza, que exige que cada individuo humano, sea, ante todo y sobre toda otra cosa, un ejemplar no mutilado de la humanidad, en el que ninguna noble facultad del espíritu quede obliterada y ningún alto interés de todos pierda su virtud comunicativa».  Voy a decir lo mismo utilizando una idea que también usó S. Covey en uno de sus famosos libros de auto-ayuda: una persona debe ser un buen animal (físico), un buen artesano (mental), un buen amigo (social) y un santo (espiritual).Lo que preocupaba a Rodó en el inicio del siglo XX, era ver como los sistemas educativos y laborales, desarrollaban en un solo aspecto de la persona, y en un sentido utilitario, para que sean engranajes de los sistemas industriales de su tiempo. Hoy enfrentamos un peligro similar, personas súper especializadas en algunas técnicas, y completamente inútiles en áreas del relacionamiento humano por ejemplo.

¿Cómo crees que ha evolucionado la juventud latinoamericana con respecto al pensamiento de Rodó del 1900?

Creo que la juventud actual desconoce completamente lo que pensó Rodó, y la comunidad intelectual no ha realizado el esfuerzo de traer esas ideas al siglo XXI. Se habla siempre de Rodó con una perspectiva histórica del pasado. Hay que hacerlo presente, y sobretodo futuro. Para que sea nuevamente un activo que se pueda usar.

¿En qué coinciden el mundo de Rodó con los tiempos que corren y cuáles son las ideas de Rodó que nos pueden enriquecer hoy también?

Coinciden en la falta de un rumbo claro para los países de nuestro círculo histórico y cultural, Latinoamérica. La idea que nos puede enriquecer hoy, es pensar nuestro destino, ¿como podemos mejorar el espíritu del sistema que encontramos? El peligro de no pensarnos de nuevo, de no tener un alto ideal para alcanzar (que si lo tuvo la generación del Uruguay del Centenario), es caer en las realidades fallidas que viven varias repúblicas del continente. Ver lo que pasa en Centroamérica, México o Venezuela debe ponernos alerta, y especialmente entender que no estamos exentos de vivir esos problemas. Tal vez la idea más potente que podemos tomar de Rodó, es volver al papel fundamental que tienen los jóvenes en la renovación de los ideales, en hacer de cada joven un ser humano integral, y en motivarlos a crear su programa generacional propio.

¿En qué medida pensás que se perdería la experiencia de la relación maestro/alumno en una clásica aula con respecto al avance de las clases on line?

Los entornos virtuales de aprendizaje son herramientas fantásticas, bien utilizados potencian la relación entre estudiante y docente. Y recién estamos entendiendo su potencial, creo que podemos avanzar mucho. Hoy tenemos más de 20 millones de estudiantes universitarios en Latinoamérica, ese es nuestro principal punto de palanca para desarrollar el continente, y las tecnologías educativas tienen un papel clave en ese camino.

¿Cómo ves a la juventud hoy, la generación Z y los millennials de cara al futuro en relación al pensamiento de Rodó?

A quienes nacieron en un mundo con internet, Rodó los interroga sobre su gran propósito generacional, los guía a emprender acciones con valor trascendental. Volver a esa fuerza afirmativa y noble es lo que debemos potenciar entre quienes nacieron en un mundo digital. Ese esfuerzo de traer ideas de nuestro patrimonio cultural y ponerlas en el siglo XXI es lo que tenemos que hacer nosotros, quienes nacimos en un mundo sin internet. Las generaciones que nacimos antes de 1993 (momento en que internet salió del ámbito militar y se comenzó a comercializar Mosaic, el primer navegador funcional), somos un nexo imprescindible con el pasado para los nativos digitales. Ayudarlos a pensar el presente y proponer un mejor futuro es más fácil si contamos con una tradición cultural potente, ese es el legado de Rodó.

¿Crees que esta era digital puede colaborar en el desarrollo del conocimiento y en “la sociedad del saber”?

Si. Pero es necesario el esfuerzo intelectual para dar dirección a la acción, al desarrollo de la voluntad consciente, y encauzar la actividad hacia la virtud. Las ideas planteadas en Ariel hablan sobre humanismo, democracia y virtud, valores que deben ser presentados y formulados a las nuevas generaciones de nativos digitales latinoamericanos, para que las interioricen en sus vidas sociales, laborales y personales. Esa es la materia prima de la sociedad del saber.

¿Cuál es el mensaje esencial de Rodó  con respecto a la educación del espíritu y de qué manera se relaciona con la idea de la sabiduría?

Sabiduría, viene de la palabra latina sapere, que quiere decir sabor. Conocer nuestra propia identidad es un primer paso en encontrar el sabor de la materia de la vida.

Para terminar, quiero dejar una frase de Rodó que se une a la pregunta y a la importancia de un medio de comunicación como este:

«el que ha aprendido a distinguir de lo delicado lo vulgar, lo feo de lo hermoso, lleva media jornada para distinguir lo malo de lo bueno».

Datos generales

Autor: Diego Canessa

160 páginas

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Yaro 1119

Tel. 2413 6199

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Ilustraciones: Roxana Gutiérrez, alias Ox. / Serie 2017