¿Hacés ejercicio pero no estás muy enganchada? ¿Querés empezar pero no sabés muy bien por dónde? Entonces, prestá atención a lo que Cecilia Albanell, propietaria del gimnasio FIT GYM, tiene para contarnos: quién te dice, quizás era el empuje que necesitabas para pasar a la siguiente fase.

CONOCIÉNDOTE

Cecilia se declara una apasionada del fitness: con apenas 17 años comenzó con clases de baile, ballet y realizando alguna que otra suplencia en el gimnasio del barrio. Poco tiempo después, y alentada por amigos y familiares –que rápidamente reconocieron esa vocación-, comenzó a dar clases en la buhardilla de la casa de sus padres; acto seguido, estudió y se perfeccionó en EE.UU., Brasil, Argentina y Uruguay, y en el año 1985, nuevamente con el apoyo de su entorno, sumando  todos sus ahorros, decidió abrir las puertas de FIT GYM.

Desde entonces, procura generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro cuerpo, haciendo énfasis en la complementariedad entre las diferentes actividades del fitness: el entrenamiento aeróbico, de fuerza, flexibilidad, elongación, recuperaciones, descanso y alimentación y pilates, disciplina que comenzó a perfeccionar desde 2005.

MOVIDITO, MOVIDITO…

Cecilia comenta que “el ejercicio genera endorfinas en el cerebro, es el antidepresivo natural por excelencia: en esta vida sedentaria y de tanto estrés, es un mimo al alma y al cuerpo”. Por eso, ofrece un entrenamiento completo e integral, que busca complementar el trabajo cardiovascular -aeróbico- con el de tonicidad, la fuerza, la elongación y la flexibilidad. Así, en FIT GYM encontramos:

  • Clases aeróbicas: cycling, step, zumba, aerobox, pérdida de peso
  • Clases de Localizada: entrenamiento en sala, pilates fit, local
  • Elongación y flexibilidad: pilates, pilates máquinas y yoguilates

El ambiente también hace su aporte, y es por eso que Cecilia destaca que “se vive un clima íntimo, profesional y muy familiar que perdura”. Y agrega: “en cuanto a la selección de mi personal, apelo a tener un buen grupo humano por sobre todas las cosas. Priorizo la parte humana, el valor de la persona, la disciplina, la constancia, la responsabilidad, lo que transmite y la espontaneidad. Que sean profesionales, con un buen trato al público, paciencia y dedicación”. Suena bien, ¿no?

“Te tiene que gustar aquello a lo que te dedicás, solo de esa forma te sentirás motivado a continuar”, apunta Cecilia. Y ello es válido tanto para quienes ya están en movimiento pero no están satisfechos, como para aquellos que quieren empezar a ejercitarse. ¿El ideal? Encontrar esa actividad física que si no la hacemos, la extrañamos. ¿Preparada?