El buen ojo de Tina Garrett.

“Enseñarles a no esconderse debajo de las prendas, a quererse por dentro y por fuera para potenciar su imagen”.

Queríamos saber algo más de Tina Garrett, asesora de imagen argentina pisando cada vez más fuerte en nuestras tierras.

Sutileza. Libertad. Equilibrio. Armonía. Quizás sean las palabras que mejor invisten a Tina Garrett, esta mujer de 48 años con un estilo tan elegante como desenfadado, que hace cinco años ancló en Montevideo para acompañar a su marido por temas laborales.

“Cuando llegué a Montevideo, como no me conocía nadie y quería trabajar y hacer lo que me gustaba, diseñé mi página de Facebook Tina´s Deco & Fashion Ideas.” Por más que hasta ese momento solo se dedicaba a la deco, Tina agregó el término Fashion porque su intuición se lo decía. Y así fue. Durante su segundo año, viviendo en nuestra ciudad, gracias a un encuentro fortuito, decidió estudiar asesoría de imagen femenina.

Su ascendencia británica y escocesa la delata. Su piel. Sus rasgos. Podría pasar perfectamente por una mujer proveniente de Escocia de paseo por nuestro Montevideo, hasta que la escuchamos hablar en un tono argentino, ya a esta altura un híbrido entre porteño y montevideano. “Mi abuelo estudió en Escocia, siempre elegante, se hacía los trajes a medida. Mi abuela, ´granny Peggy´ era repostera, además era delicada y exquisita. La admiraba profundamente, amaba su espíritu…”.

Conversar con Tina es un deleite. Rebosante de luz. De amplios horizontes. Con ella siempre hay tema para rato. Y tiempo. Ese tiempo tan importante y casi en extinción. El de la escucha a los demás. Donde empatiza con toda persona que la vida la encuentre, con esa sensibilidad que sin lugar a duda le dio su sencilla vida en el campo durante su niñez y adolescencia, donde nada era sin esfuerzo.

“Tina niña soñaba despierta mucho. Con una Tina en un lugar y una situación diferente. Tina adolescente, ya con sueños y con objetivos más claros de hacia dónde quería ir y hacia dónde no. Una adolescencia dura donde no había mucho espacio para soñar, pero sí claramente para luchar y salir hacia ese camino que pensaba era el correcto para mí.”

Es que escribiendo sobre Tina, uno va más allá del producto que ofrece. Va a su persona. Es inevitable cuando nos enfrentamos a un ser humano con corazón tan noble y generoso.

Dress: Contanos un poco de tu vida personal.

Tina Garrett: Estoy casada con Pablo y tengo una hija de 24 años y mellizos de 14. Nací y crecí en el campo, en diferentes provincias del Interior de Argentina, yendo a diferentes colegios. Esto me llevó a ser una mujer que no tiene amigos de toda la vida o raíces profundas en un solo lugar. Soy de todas partes y de ningún lugar a la vez, lo cual me enseñó a ser una persona que se adapta a los cambios y a socializar fácilmente. Como dicen mis amigas, hablo hasta con las piedras.

D: ¿Qué estudiaste?

TG: Cuando llegué a Buenos Aires, a los 17 años, mi necesidad era trabajar. No había mucho espacio para estudiar, ni tenía muy claro qué quería ser, salvo una vaga idea de ser ingeniera agrónoma, porque era la vida que conocía: el campo, las vacas y la agricultura.

Aprendí a tomar oportunidades laborales y hacer lo mejor de ellas. Mis primeras herramientas fueron mi educación familiar, los buenos modales, mis valores, y hablar inglés desde mis orígenes, lo que me permitió entrar a compañías americanas de gran porte. Fueron 17 años corporativos muy intensos, prolíferos y exitosos, donde aprendí muchísimo sobre el trabajo en equipo.

Cuando llegaron los mellizos, cambió mi rumbo profesional por completo. La adrenalina, el trabajo en equipo y mis ingresos se habían terminado. En ese momento mi marido jugó un rol clave y me propuso varias alternativas: quedarme en casa, volver a trabajar, o estudiar algo que me gustara. Allí aparece mi pasión encubierta desde muy chica: diseño de Interiores (previo estudio en DARA: Diseñadores de Interiores Argentinos Asociados). Mi pasión por la armonía, la estética, lo bello, lo único, combinado con el equilibrio, la funcionalidad y la comodidad. Así fue que durante siete años logré plasmar este proyecto en diferentes familias de Buenos Aires.

D: ¿Cómo te definirías, desde todo punto de vista?

TG: Fiel a mis valores y principios, auténtica, adaptable, versátil, empática. Sociable, con una intuición y sensibilidad especial para captar muchas cosas diferentes, en un ambiente o en una persona.

D: ¿Te gusta Montevideo? 

TG: Me encanta. Una ciudad que mira al río, que dependiendo del día y las corrientes sus aguas parecen del color del agua del mar. Una vida con un paso más lento, sin la vorágine de Buenos Aires. Imposible no comparar. Extraño de vez en cuando la movida, las luces de neón y los autos sobre la Panamericana un día de lluvia en Buenos Aires, mi familia y mis amigos.

D: ¿Y la gente uruguaya?

TG: Me encontré con gente súper amable y agradable, dispuesta a darte piques que te ayudaran durante tu adaptación a tu nueva vida. También descubrí gente súper valiosa, e hice amistades.

En un principio me topé con dos personas que me ofrecieron mis primeras oportunidades laborales y confiaron en mí, y sus proyectos sumaron a mi desarrollo profesional en el diseño de Interiores. Vínculos que persisten hasta el día de hoy.

D: Hasta ese momento te dedicabas solo al diseño de interiores. ¿Cuándo decantó todo en la asesoría de imagen?

TG: De a poco me fui volcando al asesoramiento de imagen. En Buenos Aires me dedicaba solo al diseño de interiores, pero había algo en la imagen y la moda que me fascinaba. Me inspiraba fácilmente para crear mis propios looks, era la amiga que tenía de todo un poco (viejo y nuevo), e inventaba con lo que tenía y prestaba a todas para ocasiones especiales. Para mí eran momentos de imaginación, diseño y belleza.

D: Y ahí comenzaste a tomar clases…

TG: En principio tomé clases para analizar si se trataba de un tema algo frívolo, y terminé descubriendo absolutamente lo opuesto, cosa que me fascinó. Ayudar al otro desde otro lugar. Y de ahí en adelante no paré. Estudié para ser asesora profesional en imagen femenina y masculina. Y aún sigo, ya en un par de clases me recibo de Asesora de Imagen, Protocolo y Ceremonial para Diplomáticos, Políticos y Empresarios. Estoy fascinada con todos los temas, siento que los llevo en la sangre, en la piel.

D: Tu relación con la estética

TG: Hhhmm… qué decir, siendo una niña de campo, sin moda, sin actualidad, ya tenía en mí la percepción de las cosas bellas, la estética, la armonía. A los siete u ocho años, desde que me acuerdo, mi habitación la decoraba de manera diferente en verano e invierno. A esa edad y más adentrada en mi adolescencia, mi ropa era heredada de terceros y reformada si hacía falta. De la ropa usada que recibía hacia lo mejor posible para que luciera canchera, y sentirme yo dentro de ella.

Soñaba despierta y mantenía en mí la idea de que las cosas iban a cambiar. Y con el correr de los años fue lo que sucedió. Con mi primer trabajo formal en Buenos Aires y mis 18 años recién cumplidos, mi primer suelo y los sucesivos fueron invertidos en ropa. Me llevó unos años, pero logré armar un guardarropas con el cual finalmente me sentía yo.

Y “la falta de…”, hizo que quisiera hacer de mi imagen algo equilibrado, armónico, y que tuviera que ver conmigo. Y una de las palabras claves para mí es sutileza. Me detengo en esta palabra porque en la imagen es vital: nada de más y nada de menos, insinuar con delicadeza lo que quiero decir con mi imagen.

D: ¿Cuán importante es la imagen en una persona?

TG: Es súper importante, porque impacta en todos los órdenes de su vida. En su autoestima, seguridad, en su trabajo, en su estilo de vida. Pero depende de cada persona y cómo se sienta. La imagen es un reflejo de su personalidad y su actitud.

Nuestra imagen habla de nosotros todo el tiempo, transmite algo, comunica. Por eso es tan importante que seamos personas verdaderas con una imagen clara y bien leída por el tercero. Las estridencias, los estilos muy marcados y los excesos no son parte de lo que llamo sutileza, pero son estilos que muchas personas deciden adoptar o son parte de su naturaleza.

D: Tu estilo… 

TG: Soy muchos y depende de mi estado de ánimo, del día, de la época del año. Libre, pero simple, sencillo y con onda. Soy muy versátil, tengo imaginación, soy creativa, me encanta mezclar y amalgamar estilos diferentes, con equilibrio y armonía. Nunca me vas a ver vestida con algo loco, modernoso, futurista o surrealista. Soy una mujer con los pies sobre la tierra, pero enamorada de todas las posibilidades de transformar todo en bello. Y siempre buscando lucir con buen gusto, elegancia y sutileza.

D: ¿Cómo hacés para encontrar el estilo de una persona que recién conocés?

TG: Indago, escucho, miro, percibo y siento. El estilo e imagen de una persona tiene más que ver con su personalidad, con su lenguaje no verbal y su actitud. A partir de ahí, juntas, comenzamos a descifrar, trabajamos y potenciamos su imagen.

D: ¿Cuál dirías que es la “carta de presentación” de una persona?

TG: Su actitud.

D: ¿Qué tipo de asesoramiento hacés? ¿Qué ofrecés?

TG: Siempre prefiero un asesoramiento integral, que no solo sea teórico. Es necesario crear un vínculo de confianza, sincero, empático y comprometido, acompañando su proceso desde el principio hasta el final. A descubrirse, aceptarse (en el caso de que tuvieran traumas respecto de su cuerpo, su naturaleza), a encontrar su o sus estilos, sintiéndose cómodo y uno mismo. Muchas veces está dentro de cada uno el miedo “al qué dirán”, a los prejuicios, y eso frena. Pero para eso estoy, acompañando y apoyando para dar esos pasos que quieren y necesitan para lograrlo.

D: ¿Cómo es el proceso desde que te llama un cliente?

TG: Lo primero es saber e interpretar qué necesita o qué está buscando. Escucho sus expectativas para luego contarle de qué se trata. Luego, seguimos con el proceso, acordamos sus realidades, las pautas, y el tiempo que va a llevar (diagnósticos de colorimetría; tipologías corporales y de rostros; estilización; básicos del guardarropas; fondo de placard; personal shopper o asistente de compras; más una devolución sobre todo lo que deben aprender y saber para armonizar y potenciar su imagen).

D: ¿Qué es lo que más te piden tus clientes? 

TG: Generalmente empiezan por pedirte que entres a su guardarropas y los ayudes a armar outfits y looks para diferentes ocasiones. Como una forma de optimizar su guardarropas. Pero luego entienden lo fundamental que es conocer previamente su paleta natural de colores, que potencien e iluminen su rostro, su mirada, su imagen.

D: ¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo?

TG: De verdad me encanta ayudar, apoyar, y acompañar este proceso para fortalecer su autoestima, reafirmar la belleza tal cual es. Enseñarles a no esconderse debajo de las prendas, a quererse por dentro y por fuera para así potenciar su imagen. A dirigir la atención hacia donde ellas se sientan más cómodas, así como también desviar la atención de donde no se sienten cómodas con su cuerpo.

La cara de satisfacción y su confianza en sí mismas alfinal del camino lo vale todo. Y no tiene que ver con la figura o silueta ideal según los medios de hoy; y eso me apasiona y me motiva aún más.

D: ¿Se crea una cierta “amistad” con el cliente?

TG: Se crea un vínculo muy especial de confianza, respeto y armonía; es lo más lindo, sin ello no podríamos lograr el objetivo. Esto me llena de energía positiva y me potencia.

Lo mismo sucede con un diseño de interior de un hogar, son espacios muy privados e íntimos en los que te dejan entrar y te los confían. Es valiosísimo. Hay que cuidarlo.

D: Reflexión final

TG: Me preguntaron una vez cuáles eran mis sueños. Desde siempre pensé que quería hacer algo que dejara una huella positiva en las personas durante el transcurso de mi vida. 

Y cada trabajo, cada objetivo propuesto, siempre fue con un compromiso y un sentido de ir hacia adelante, de mejorar, crecer, construir, y eso me fue fortaleciendo.

Parte de mis sueños se van cumpliendo, y creo que hay espacio para hacerlo hasta el final de mis días en todas las oportunidades que se me presenten.

Mi vocación, mi pasión por lo que hago, acá, allá, o donde sea que esté, es lo que siempre puedo hacer, porque lo llevo conmigo.  

Podes seguir a Tina por Instagram: @tinagarrettstyles

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Info:

Tina Garrett

Cel 094 329 307

Mail [email protected]

Por Dolores de Arteaga