Muy Frenchic…

Mademoiselle Rochas evoca a una joven parisina, chispeante, activa, alegre, fresca, típica francesa que le gusta aprovechar los sitios de moda de la ciudad de la luz.

La actriz Noémie Schmidt ha sido elegida para representar la fragancia por el frescor, la espontaneidad y la elegancia. Urbana hasta la punta de los pies, encarna la moda sin ni siquiera darse cuenta. Su mayor placer: pasear en bailarinas entre la rue Saint Honoré, Saint Germain des prés o el Canal Saint Martin, atravesar a grandes pasos los puentes y los jardines de París.

Para la perfumista Anne Flipo, que ha creado Eau de Parfum Mademoiselle Rochas, el objetivo fue transcribir la picardía y el descaro de la joven parisina actual. Basada en el legado de las bellas creaciones que cultiva la casa Rochas, Anne ha tejido delicadamente, hilo por hilo, una fragancia de seducción. Hecha para una mujer enérgica e independiente, enamorada de la vida y de la belleza.

El efecto al principio, el carácter chispeante acidulado del acorde de frutos rojos (grosella, grosella negra, mora). En el corazón de la fragancia, una explosión de flores, puñados de pétalos de rosas destilados, provenientes en parte de los campos exclusivos Rochas, un maravilloso jazmín de Egipto.

En las notas de fondo, confirmando el carácter y la estela de la sutil composición, una madera de sándalo cremosa y chic, un acorde ámbar gris dulce y confortable y unos almizcles chantilly blancos y vaporosos evocan el encaje sexy, tan apreciado por Monsieur Rochas.

En un espíritu de alta costura, el motivo milrayas de la cinta de seda característico de Rochas, sello de expertos (cosido en el forro de cada abrigo), se encuentra interpretado: en los contornos del frasco, sobre el cuello del tapón y en el fondo de la etiqueta, pero principalmente gracias a la textura de este trozo de tela que delicadamente envuelve y decora el cuello del tapón plateado.

En 1925, Marcel Rochas abre su casa de costura, con 23 años. Vestido de tenis, vestido de tubo negro y blanco, corsés de encaje chantilly, silueta con hombros anchos y caderas estrechas… Las mujeres se arrebatan sus creaciones parisinas, a la vez femeninas y terriblemente modernas.

En 1943, en homenaje a su nueva musa y tercera esposa, Hélène, solicita al maestro perfumista Edmond Roudnitska que componga un perfume de una feminidad absoluta. Así nace el chipre floral Femme.

Tras el fallecimiento de Marcel Rochas en 1955, Hélène crea junto a Guy Robert Madame Rochas. Lanzado en 1960, representa la imagen de la mujer independiente y moderna traducida por una composición de flores blancas cautivadoras.

Más adelante, en 1970, saldrá Eau de Rochas, una interpretación de una Cologne fresca que también se hizo leyenda. Luego, Eau de Rochas Homme en 1993, el femenino Tocade en 1994, y Rochas Man en 1999.

 

Junio, 2017.