Entrevista con Agustina Sartori de GLAM ST.

En los últimos años el makeup se volvió inherente a la moda. Cada vez más, el maquillaje forma parte del look, y por eso es importante saber cómo maquillarse y qué productos usar para perfeccionar el rostro. En Uruguay el boom se palpitó por medio de las tantas maquilladoras que de la noche a la mañana se expandieron por las redes.

Agustina Sartori supo aprovechar esta oportunidad dentro del campo tecnológico. GlamST, hoy parte de Ulta Beauty, es una plataforma digital que ofrece soluciones personalizadas de maquillaje por medio de la tecnología virtual. La experiencia es dinámica: el consumidor puede probarse distintos productos y ver cómo quedarían en su rostro. Lancome, Maybelline y Dior son solo algunas de las marcas que ofrece el e-commerce.

La uruguaya es recibida en ingeniería telemática y reside en Silicon Valley (California): centro de desarrollo del emprendedurismo donde alrededor de 3,5 millones de personas viven en constante intercambio de conocimientos. Así nace GlamST, como tantas otras pequeñas start-ups motivadas por la innovación.

Al fusionar el conocimiento tecnológico y las habilidades empresariales GlamST propone una nueva forma de consumir maquillaje. Así Sartori se posiciona dentro de las emprendedoras locales más destacadas (premio Endeavor), y alcanza el cargo de directora de innovación en la reconocida Ulta Beauty.

¿Cómo surge la idea de GlamSt? ¿Por qué el maquillaje?

Surge como proyecto final de la carrera, en el que apuntábamos a la tecnología y la mujer. Dentro del proceso de selección de productos de maquillaje sentíamos que existía cierta confusión al elegir qué productos debíamos utilizar, así como el miedo de animarse a utilizar nuevos que podrían complementar nuestro look. Al analizar esta situación entendí, de una forma muy profunda, lo que significa el maquillaje y la belleza para las mujeres; realmente crea confianza en uno mismo y ayuda a sentirse bien y linda. Los productos de belleza tienen un rol muy importante en la diversidad y en el respetar a cada uno como es en la búsqueda personal. Al haber estudiado tecnología, y al ser mujer, tengo la oportunidad de innovar para combinar estas áreas y apoyar esta causa.

¿Cómo es trabajar en Silicon Valley?

Es la meca de la tecnología, donde están los mejores y los mejores son los que sobreviven. El lugar es desafiante: personas muy inteligentes y de mucha innovación. Es clave rodearse de mentores locales, acercase con una mentalidad diferente y abierta. Las reglas son diferentes, uno tiene que adaptarse y aprender para lograr sus objetivos, en mi caso atraer capital de inversores. Es una lección muy aplicable en momentos de cambio. Me fue muy importante identificar mis debilidades y fortalezas.

¿Qué es los que más valoras del co-work?

En lugares así es donde conocí amigos y conexiones, gente interesante, eventos donde se nuclean muchos emprendedores. Cuando uno llega a un lugar nuevo el intercambio es clave para formar una red de contactos.Esto implica acercarse a personas que son relevantes para desarrollar tu proyecto. Para generar confianza uno tiene que mostrarse abierto dispuesto tanto a ayudar como a tomar consejos, evolucionar y mostrar progreso.

Dentro del mundo cosmopolita, ¿hay ventajas de ser uruguaya en el exterior?

Cuando uno llega puede sentirse en desventaja. Pero, ser del exterior te da una mentalidad global que mucha gente local no tiene: una resiliencia, una forma de ser y de aprender que es realmente fuerte por tener que empezar de cero. La gente lo reconoce. En el contexto del rol de la mujer y la presencia de los latinos, EE.UU. ha evolucionado mucho y promete oportunidades para mujeres como yo, latinas y con emprendimientos tecnológicos. Somos vistas como agentes de cambio. La clave está en no posicionarnos como víctimas, sino aprovechar de las ventajas para poder crecer y fomentar el cambio.

¿Cómo fue el desarrollo de GlamST en cuanto al emprendedurismo en Uruguay?¿Qué hay para mejorar?

Comenzamos en Uruguay con la ayuda de organizaciones que apoyan emprendimientos, como Uruguay 21, la ANII y diferentes universidades. Uno piensa que es normal en cualquier país, pero no es así. Hay un apoyo enorme para este tipo de proyectos, ese primer empujoncito necesario para comenzar. En ese sentido, Uruguay está muy bien. Pero el mercado es muy chico, en el caso de GlamST,tanto por el lado de los productos de belleza como por el avance tecnológico. También hace falta el acceso a capital que permita consolidarse. Por eso el nexo con EE.UU es muy importante. Siempre tuve la convicción de que deberíamos desarrollar desde Uruguay y vender en EE.UU.

Por otra me parece importante transmitir que en Uruguay si se puede desarrollar tecnología de punta, al mismo nivel, o mejor, que en EE.UU. Hoy el equipo de software altamente técnico, donde se desarrolla la tecnología de GlamST, está en Uruguay. Para nosotros la compra de Ulta Beauty es un reconocimiento que nos demuestra que lo que estamos haciendo desde Uruguay es de lo mejor.

¿Volverías a Uruguay?

Por ahora no, acá hay muchas oportunidades de crecimiento. Si de verdad queremos generar un impacto en los consumidores, ser agentes de cambio, es preciso estar en EE.UU.

¿Hay ventajas en la compra online ante la forma tradicional? ¿Qué tan efectivo es para el maquillaje?

Apuntamos a las dos tipos de compra. En Ulta Beauty crece mes a mes la compra online. Para el maquillaje es un desafío que nosotros queremos lograr desarrollar con la tecnología. El consumidor evoluciona y eso nos ayuda con nuestro trabajo. Para el consumo de productos de belleza es importante la necesidad de testearlos en el rostro, hace de la compra más divertida, permite verse a uno mismo. Aplicado a la tecnología, hay muchas ventajas que facilitan la experiencia de maquillaje. Por ejemplo, permite probarse cien tonos en cinco minutos, ahorrando tiempo y sin afectar el rostro, nos permite ser más jugadas.

¿Qué supone la fusión con Ulta Beauty? ¿Altera los proyectos de GlamST?

Para nosotros es una oportunidad increíble y única al ser una empresa uruguaya que tenga esta posibilidad de impacto, desarrollando desde Uruguay, al mundo de beauty y realidad virtual.

Después de tener por dos años a Ulta beauty como cliente, logramos que se interesaran en nosotros y notaran un fit-cultural. Tenemos una forma muy similar de trabajar, ya que coincidimos en valores como la diversidad. Eso nos enorgullece.

Para GlamST el enfoque es el mismo, pero nos permite llegar a más consumidores, y eso nos entusiasma. Ulta Beauty apunta a un mercado que pide solucionar un problema enfocado en desarrollar realidad aumentada para la industria de beauty, skin care, pelo y maquillaje. Nos motiva ser parte de este crecimiento. Es una oportunidad para ambos.

Por Agustina Lombardi

Agustina Sartori