Con la llegada de marzo empieza oficialmente el año (¡auxilio!). Y, entre tanta organización, es un buen momento para agendar tu control ginecológico y que este se vuelva parte de tu rutina anual (junto al resto de tus controles en salud).

Dra. Agustina Michelini

Si sos de las que lo está posponiendo o si todavía nunca fuiste, van algunas recomendaciones para que puedas ir bien preparada.

¿Qué esperar de tu consulta?

Cómo se desarrolle la consulta con tu ginecólogo va a depender del motivo por el que vayas. Cuando es un control rutinario, podés esperar los siguientes pasos:

Anamnesis

Son las preguntas que hace el profesional de la salud para indagar sobre tu motivo de consulta y para conocerte. Podés esperar que surjan preguntas personales relacionadas a tus antecedentes y a los de tu familia (enfermedades, cirugías, hábitos, métodos anticonceptivos, ciclo menstrual, embarazos, etc.).

Examen físico

Primero y principal, el control ginecológico debe darse en un ambiente respetuoso y de confianza. Es importante que en todo momento te sientas cómoda. Por eso, si nunca te examinaron y es algo que te genera preocupación, ¡no dudes en charlarlo con tu médico!

El examen consiste en varias partes:

  • Examen general

  • Examen mamario. Forma parte de la detección del cáncer de mama, por lo que es muy valioso realizarlo. Vale aclarar que no sustituye al autoexamen de mama y que, si en cualquier momento del año percibís alguna tumoración o alteración, tenés que consultar a la brevedad.

  • Examen genital

    • Primero, el ginecólogo hará una inspección de la vulva (los genitales externos). Es bueno saber que cada vulva es única e irrepetible (en su forma y coloración), y que podés sacarte cualquier duda que tengas sobre esta parte de tu cuerpo durante la consulta.

    • Luego, se examinará la vagina. Para examinarla, tu ginecólogo deberá colocar un espéculo (podés pedirle que te lo muestre si nunca viste uno). Este instrumento permite separar las paredes de la vagina para poder observarlas y para poder visualizar el cuello uterino. El cuello uterino o cérvix es por donde sale la sangre proveniente del útero (como la menstruación), y es el que se dilata durante el trabajo de parto para permitir la salida del bebé. Es muy importante visualizar el cuello del útero durante el examen ginecológico, ya que puede verse afectado por algunas patologías, como infecciones o lesiones malignas (cáncer de cuello de útero).

    • Una vez visualizado el cuello uterino, si corresponde (dependiendo de tus antecedentes y de cuándo te hayas realizado el estudio previamente), el ginecólogo podrá tomar una muestra para el PAP (su nombre largo es colpocitología oncológica con técnica de Papanicolau). El PAP permite detectar el cáncer de cuello uterino y lesiones premalignas. Por eso, ¡es un gran aliado y no debe posponerse! Tanto el cáncer de cuello uterino como las lesiones premalignas son originadas por el virus del papiloma humano o HPV. Este es un virus de transmisión sexual muy común, con diferentes serotipos que pueden también causar patología benigna (como condilomas). Detectar el cáncer de cuello uterino a tiempo, para su correcto diagnóstico y tratamiento, es fundamental. Detectar lesiones premalignas por HPV (precursoras del cáncer) nos permite anticiparnos y evitar la progresión al mismo (con todos los beneficios que esto trae).

    • Por último, el ginecólogo puede realizar un tacto vaginal, que permite identificar algunos elementos como el tamaño uterino y de los ovarios, pudiendo despistar algunas patologías (miomas, quistes, etc.).

Tratamientos, indicaciones y consejos

Dependiendo de varios factores (edad, antecedentes personales y familiares, síntomas que tengas, signos que se hayan encontrado durante el examen físico, resultados de estudios previos), tu ginecólogo puede indicarte algún tratamiento, enviarte estudios complementarios o agendar una nueva consulta. Algunos ejemplos de estudios complementarios que pueden pedirte son: mamografía, ecografía mamaria, colposcopía, ecografía transvaginal, estudio de infecciones de transmisión sexual. ¡Recordá que podés hacer todas las preguntas que te surjan durante la consulta!

“Examen mamario. Forma parte de la detección del cáncer de mama, por lo que es muy valioso realizarlo. Vale aclarar que no sustituye al autoexamen de mama y que, si en cualquier momento del año percibís alguna tumoración o alteración, tenés que consultar a la brevedad.”

¡Recordá que podés hacer todas las preguntas que te surjan durante la consulta! 

Tips para ir bien preparada

  • Podés ir sola o acompañada, ya sea por tu pareja o alguien de confianza. También podés ir acompañada pero solicitar un momento a solas con tu médico durante la consulta.

  • ¡No es necesario que te depiles! Los profesionales de la salud no tenemos eso en cuenta para nada.

  • Para que la muestra del PAP sirva, es necesario que no tengas relaciones sexuales, no uses óvulos ni hayas menstruado en las 48hs previas a la consulta. Tampoco podrá realizarse durante el curso de una infección genital.    

  • En el block de notas de tu celular, podés ir anotando dudas que te surjan en los días/meses previos a ver a tu ginecólogo.

  • ¡Recordá leerlo durante la consulta para no olvidarte de ninguna! Algunas cosas a registrar o preguntar pueden ser:

    • Tu ciclo menstrual: duración, la frecuencia de tus ciclos, si son regulares o no. Existen apps que pueden ayudarte a llevar este registro.

    • Gestión menstrual: ¿estás contenta con tus métodos de higiene y manejo de la menstruación? ¿O te gustaría probar nuevas alternativas?

    • Síntomas premenstruales y síntomas que tengas durante la menstruación (dolor, trastornos gastrointestinales, etc.).  

    • Tus relaciones sexuales: ¿son satisfactorias? ¿Hay algo que te incomode o te genere dolor?

    • Métodos anticonceptivos: ¿estás cómoda con el método que estás usando? ¿Tomás pastillas anticonceptivas y tenés muchos olvidos? ¿Querés planificar un embarazo?

    • Antes de irte, recordá pedir recetas si necesitás

    • Vacuna del HPV: Tal como mencioné, el HPV puede generar cáncer de cuello uterino, así como también cáncer de vulva, ano, boca y garganta. Si aún no te diste la vacuna, podés consultar sobre ella a tu médico. En nuestro país, su administración es gratuita para cierta franja etaria. Importante: Estar vacunada no quita que sea clave continuar haciéndonos el PAP. 

    • Tu flujo: ¿te genera picazón o ardor? ¿Tiene olor fuerte? ¿De qué color es?

    • Violencia: Recordá que la consulta con tu médico es un espacio seguro y podés hablar si estás viviendo una situación de violencia, cualquiera sea su tipo, para acceder a sistemas de apoyo.

“En el block de notas de tu celular, podés ir anotando dudas que te surjan en los días/meses previos a ver a tu ginecólogo. ¡Recordá leerlo durante la consulta para no olvidarte de ninguna!” 

El control ginecológico es clave para prevenir patologías y para vivir una salud sexual y reproductiva libre, responsable y disfrutable. Es fundamental que te sientas cómoda y en confianza y que evacúes todas tus dudas. Así que, tacha ese pendiente y ¡agendá tu consulta! 😉