La alegría de un nuevo emprendimiento

Atentas a todo lo nuevo que surge en el panorama de emprendedoras uruguayas es que entrevistamos a Valentina Olazábal y Rosario Shaw. Además de reconocidas abogadas, ellas tomaron la iniciativa de introducirse además en un ambiente lúdico y femenino creando Bar de Flores, una nueva propuesta de florería intinerante.

Siri Hustvedt en su libro Vivir, pensar y mirar (que te recomendamos), reflexiona en uno de los capítulos sobre las flores: “Cuando hay flores en una habitación mi mirada se fija en ellas. Siento su presencia como no sucede con las sillas, los sofás, las mesitas de café o las cortinas. Creo que la fascinación que ejercen sobre mi se debe al hecho de que están vivas y no muertas”.


¿Cómo y cuándo surgió el proyecto? 

VO: Nos conocimos trabajando como abogadas en un estudio corporativo hace 15 años. Compartiendo miles de horas nos hicimos muy amigas y siempre soñamos con hacer algo juntas que fuera por el lado más creativo, en un punto donde se encontraran nuestros gustos en común. Un día soñando en voz alta dijimos las dos “una florería”. Hace un poco más de dos años que empezamos a visitar distintos viveros, mercados y  que nos juntamos para darle forma. Lo lanzamos hace dos meses.  

¿En qué consiste la actividad de Bar de Flores? 

VO: Somos una florería itinerante o “pop-up” como se dice ahora. La idea es que además de llevarte el licuado, un sándwich, agarres tu ramo pronto para poner en tu casa. Por ahora estamos presentes en locales de Mercado Verde, que es un lugar que nos encanta, con el cual nos identificamos y que se copó con el proyecto desde el primer momento. 

RS: Nuestra idea es seguir desarrollando el modelo de negocio, llevando las flores a la “puerta de tu casa”, eventos, regalos.   

¿Cuál es el lema o la filosofía del emprendimiento? 

VO: Es llevar flores a lugares donde quizás no es tan común encontrarlas, acercarlas más al día a día de la gente. En lo personal, como amigas, es el disfrute de elegir, armar y maravillarnos por el contacto con las flores que para nosotras es mágico.   

¿Qué rol ocupa cada una en el proyecto?  

VO: En la etapa de los preparativos, Rosario se encargó de prácticamente toda la logística y yo de armar los presupuestos, pedidos, etc (planillas y más planillas básicamente). Hoy podemos decir que las dos hacemos de todo, tanto selección de flores como el  armado, mantenimiento en locales y traslados. 

¿Las flores siempre fueron su debilidad?  

VO: Siempre me gustaron muchísimo, pero  me sentía una inepta con todo lo vinculado a las plantas (a diferencia de Rosario a quien le admiré siempre su mano verde). En los últimos 10 años reconozco que empecé a comprar flores muy seguido o a cortar alguna del jardín porque no me gusta mi casa sin flores. Si invito a mi familia a almorzar y preguntan: ¿qué te llevo? les pido flores siempre. 

RS: Mirá, donde voy es lo primero que aprecio, me gusta su presencia, su aroma, su color, su sutileza.  Me alegran el día y creo que alegran  cualquier lugar en el que se encuentran.   

¿Qué fue lo que les despertó en la vida la afinidad por las flores?  

VO: A mi las flores nunca dejan de sorprenderme, de alegrarme. Y no tiene porqué ser un arreglo brutal, cualquier flor que brote en el cerco de mi casa ya me hace feliz.  

RS: Desde chica mi madre me inculcó el gusto por las plantas y flores. Tengo recuerdos de estar siempre rodeada de flores, en el jardín, en mi casa. Eso no se olvida.  

¿En qué locales de Mercado Verde se encuentran?  

Hasta ahora Punta del Este, Carrasco y Pocitos. En marzo vamos a llevar a Ciudad Vieja también.  

¿Ambas tienen hijos? ¿Cuántos y de qué edades? 

RS: Tengo tres hijos: Mateo (11), Antonia (6) y Alfonso (3). 

VO: Tres también, Santos (10), Lucas (8) y Felix (5).

¿Cómo equilibran el ser madres, y abogadas con el proyecto Bar de Flores? 

VO: Nuestros hijos están en edades bastante demandantes y las dos somos de delegar poco en la crianza de ellos. Dedicamos muchas horas diarias semanales a la abogacía, que es nuestra carrera y lo quede alguna manera nos dio la posibilidad y laindependencia para  jugar con este emprendimiento. 

A Bar de Flores, le dedicamos sobre todo las mañanas, mediodías, tardes post oficina y alguna larga noche entre semana para el armado. Igual es algo que hacemos con nuestros hijos alrededor y nos encanta, porque fomenta en ellos el contacto y curiosidad por la naturaleza. Obviamente que hay mucho sacrificio en todo esto, pero también nos estamos dando un gusto y estamos muy agradecidas.  

¿Cuál es el objetivo a corto y a largo plazo de Bar de Flores? 

VO: Para marzo/abril consolidar nuestra presencia en todos los locales. Que el proyecto sea sustentable y sostenible, seguir aprendiendo, fomentar la cultura de comprar y regalar flores. Creemos mucho en lo que estamos haciendo y cada ramo, cada local donde armamos el “bar” queremos que tenga nuestro sello: flores frescas, ramos sencillos pero con un toque atemporal, prontos para el día a día de cada lugar.

¿Cuál es su flor favorita? 

VO: Mejor preguntame que flor no me gusta: crisantemos, snaps, peonias, hortensias… 

RS:  Bueno, si tuviera que elegir, la más sencilla, la astromelia, cualquier color. Simples y maravillosas. 

¿Qué edad tiene cada una?  

VO: 37 

RS: 41 

Puestos de Flores en Copenhague

Febrero, 2018.