Los colores de la naturaleza.

¿Cómo comenzaste a pensar tu proyecto?

Estudié diseño de moda en ORT y siempre tenía pendiente profundizar en Estados Unidos y seguir avanzando, con un interés especial por el manejo del color. Mi proyecto final de carrera fue todo teñido por mí, aunque en ese momento todavía no eran colorantes naturales. Siempre me gustó la parte manual, hacer las cosas, esa parte más “artesana” de la moda.

El encuentro con los teñidos naturales

Fui a Nueva York al FTI a una especialización de un año, y fue allí donde descubrí los teñidos naturales. Ocurrió por fuera de la especialización -que estaba más destinada a procesos industriales o empresas grandes-: fue a través de un libro que compré de casualidad, en una mesa de sale. Me llamó la atención la tapa y lo compré sin saber de qué era. Mostraba la gente que está detrás del mundo de la moda, esas figuras que habitualmente no se conocen, y aparecía una chica que se dedicaba a hacer teñidos naturales. Nunca había pensado en esas técnicas desde una perspectiva actual y me resultó fascinante.

Por otro lado tuve desde chiquita un interés hacia la ecología, y sentí que así conectaba dos intereses que ya estaban latentes en mí. Llamé a esa muchacha para ver si podía hacer una pasantía y ella me recomendó TEXTILE ART CENTER, donde dan cursos de todo tipo relacionados con moda, desde tejer a dos agujas, pintura en seda, telar, teñidos. Terminé haciendo todo lo disponible sobre teñidos naturales incluyendo el manejo del índigo, estampado con tintes naturales, y uno sobre BUNDLE DYE-esta técnica que estoy usando en la colección actual-. Y cuando me metí en ese mundo supe que quería ir por ese lado. Sabía que quería tener mi marca pero nunca había definido qué era lo que realmente me gustaba hacer, qué particularidad iba a tener la marca. Entonces mi profesora me ofreció ir a su estudio como pasante y allí pude ver todo en una escala más grande, el ensayo y el error real de un taller de teñido, corregir lo que te sale mal, conocer el proceso. Eso estuvo buenísimo.

La búsqueda de la tela adecuada

Volví a Uruguay sabiendo lo que quería. A su vez, los teñidos naturales mayoritariamente tienen la particularidad de que sólo se adhieren a fibras naturales, entonces me puse a investigar sobre las fibras:qué era más sustentable, la contaminación que genera el algodón común, y decidí enfocarme en el algodón orgánico. Era una materia prima que me daba la posibilidad de hacer una colección completa a partir de diferentes telas de algodón.

Empecé a desarrollar la marca, investigué y descubrí una fábrica de algodón orgánico en Perú que me permitía hacer toda la colección porque ellos realizan distintos tipos de telas de algodón, tanto circular como plano. Allí llegó mi primera importación, y decidí dejar el trabajo en el que estaba y dedicarme de lleno a la marca.

El nacimiento de la marca

En 2017 empecé a dedicarme de lleno a María Bouvier. Me encontré como emprendedora, sola, sin ningún socio. Recién logré lanzar la primera colección en setiembre de 2017. Me presenté al concurso Proyectarse de MoWeek y la Cámara de Diseño, quedé seleccionada y coincidió el desfile con el lanzamiento, eso estuvo bueno. Después vino lo de Rotunda, que fue tremenda oportunidad. Les encantó la marca y les gustaba mucho el concepto de trabajar con algodón orgánico, un material que fuera sustentable. Desarrollamos juntos la colección cápsula en una escala mucho mayor que la de mi primera colección, y aprendí un montón del proceso productivo y cómo hacerlo más eficiente.

Después vino la oportunidad de ir a Nueva York con una feria a través de Uruguay XXI, y ahora volví a ir en setiembre. Y en eso estamos: intentando escalar la marca en el exterior y crecer en el mercado local. Un proceso de hormiga.

¿Cómo definirías la Identidad de la marca?

Los diseños han ido cambiando pero son prendas femeninas casuales, que tengan detalles particulares de diseño pero en especial que sean una alternativa para vestir un poco más conscientes en el día a día. Y el color es el valor agregado, lo que hace el diferencial en cada prenda: al ser un proceso tan artesanal ninguna termina siendo igual a la otra, se van generando matices que le dan un carácter singular a cada una. El teñido es el alma de la prenda, lo hago personalmente con todo el amor del mundo, y allí es donde intento que se reflejen las premisas de lo que es María Bouvier.

Por Verónica Massonier