Por su belleza y elegancia las Orquídeas aportan naturaleza y estilo en cualquier espacio de la casa. 

Una de las especies de flores favoritas del mundo son las orquídeas. Por su belleza y porque son fáciles de cultivar las orquídeas se han convertido en el regalo perfecto para los amantes de la jardinería y la decoración. Decorar con plantas siempre es un buen recurso para refrescar un ambiente y la elegancia de las Orquídeas sin dudas aportará color y estilo.

Son una de las plantas que más pasiones levanta y que por su amplísima familia botánica presenta un amplio abanico de colores y tipos de flores. Son además delicadas, pero a la vez resistentes y llamativas. Por eso, queremos repasar algunas ideas para recomendarte a la hora de elegir una Orquídea. 

Lo que tendremos que tener en cuenta son dos necesidades fundamentales de esta gran familia botánica: que necesitan un buen grado de luminosidad (no de luz directa) y humedad. Dos imprescindibles que son comunes a los miles de variedades de Orquídeas que hay, aunque siempre es recomendable saber las necesidades específicas de cada variedad a la hora de elegir su mejor ubicación.

¿Dónde podemos ubicar la Orquídea?

En el living o estar: la sobriedad de esta planta acompaña diversos estilos de decoración; en un ambiente minimalista será un detalle cálido, pero en un espacio ecléctico sabrá adaptarse perfectamente. De todas formas, hay diferentes colores de Orquídeas que podrás elegir según la paleta de colores del espacio en el que estás pensando agregar una.

En la entrada: si las condiciones estuvieran dadas, nada mejor que las flores para recibirnos cada vez que entramos a nuestra casa o cuando vienen las visitas.

En la oficina o escritorio: en una oficina moderna de líneas puras, la Orquídea le aportará color, calidez y elegancia. 

En la cocina: en las cocinas modernas, una orquídea puede ser el complemento perfecto, sobre todo si la misma cuenta con muebles blancos. En el comedor puede ser también un complemento estupendo.

En el baño: es un lugar ideal y más aún cerca de la ventana donde reciba luz natural. La humedad del baño lo hace un lugar propicio para su desarrollo.

Los cuidados básicos de las Orquídeas

Mantener en perfecto estado nuestras orquídeas, no es un proceso complejo, sin embargo, estas plantas requieren un cuidado especial y éste depende de cada variedad.

La luz y la ubicación:

Como todas las plantas, la luz es un factor determinante para su buen desarrollo. Muchas de las orquídeas necesitan mucha luz, pero poco o nada directamente del sol (de las tropicales solo la Vanda y la Cymbidium toleran el sol directo).

La ubicación también es clave, ya que necesitan estar en ventanas con una buena orientación. En caso de no disponer de una buena luz solar se puede instalar luces artificiales.

El riego y la cantidad de agua suministrada:

El agua, junto a la luz, es uno de los elementos más importantes para el buen desarrollo de la orquídea. Con este elemento la planta puede hidratarse y nutrirse.

Los riegos deben tener una frecuencia ajustada a las condiciones de temperatura y hay que evitar que el agua quede estancada en el recipiente. Para prevenir los encharcamientos, es recomendable poner debajo de la maceta un plato que contenga piedras  y un poco de agua. Las orquídeas no toleran el exceso de agua.

La temperatura adecuada:

La diversa variedad de orquídeas hace que las temperaturas necesarias para un buen desarrollo de la planta sean diferentes entre ellas. No obstante, dado que la mayoría de ellas son de zonas tropicales, las temperaturas requeridas son cálidas o templadas.

La humedad:

La humedad es uno de los factores más complicados de conseguir en casa.

Tal y como se ha dicho anteriormente, muchas de las especies crecen de forma natural en zonas tropicales por lo que necesitan una humedad de al menos un 40%. En Río de Janeiro por ejemplo crecen naturalmente en los árboles de la calle.

La higiene de la planta:

Para una buena higiene es imprescindible mantener las condiciones ambientales expuestas anteriormente. Debes prestar atención al corte de las varas y a los recipientes en los que las plantes.

El corte de las varas:

Un buen mantenimiento de la orquídea pasa por llevar a cabo el corte de sus varas florales. Es un proceso que se debe realizar con sumo cuidado.

Se pueden cortar las varas una vez que has perdido todas sus flores. Si sigue manteniéndose verde, déjala tal y como está y espera a que sea la planta la que decida si se sigue desarrollando o finalmente se seca. Cuando se han secado por completo, córtalas en su zona media, justo por encima de un nudo.

Los recipientes de cultivo:

La maceta en la que se plante depende de la especie que sea. Por ejemplo, para las orquídeas Phalaenopsis, el recipiente idóneo es el transparente, pues así llegará la máxima luz posible a sus raíces. Para las Vandas, lo más recomendado es colocarlas en cestas aéreas para que sus raíces queden al descubierto.

Las demás variedades pueden plantarse en recipientes opacos de materiales no porosos.

Fuente: Todohusqvarna.com

Fotos Orquideass.com