Tips de la Cosmetóloga Dra. María Eugenia Oyenard

Rutinas. Las sabemos de memoria: trabajo, compras, mails, reuniones, presentaciones, familia y un largo etcétera. Pero, ¿tenemos tiempo para hacer aquellas cosas que nos gustan y que nos hacen tan bien?

Pensemos en las rutinas de belleza. Muchas veces -por fiaca, apuro u otras excusas ad-hoc- nos salteamos algunos pasos que -lo sabemos- son necesarios para mantener nuestra piel saludable. Entonces, ¿por qué nos seguimos haciendo trampa al solitario? Es hora de volver a tomar las riendas; por eso, hablamos con la Cosmetóloga Médica María Eugenia Oyenard para que nos cuente qué tenemos que hacer para reencaminarnos hacia una piel limpia, hidratada, nutrida, libre de manchas y protegida. Pero eso sí, nada de pereza: si queremos que funcionen, ¡hay que seguir estos consejos a diario!
Según María Eugenia, saber cuidarse diariamente según la edad de cada una “es una ciencia” que requiere grandes dosis de sabiduría para no caer en excesos. Y si tenemos en cuenta que en el futuro la belleza pasará por sofisticar cada vez más los cuidados diarios de la piel, es hora de tomárselo en serio. ¿Por dónde empezar? María Eugenia sugiere seguir dos rutinas, una por la mañana y otra por la noche, levemente diferenciadas pero igualmente beneficiosas. Anoten.

AL QUE MADRUGA…: es hora de hacer un juramento: jamás volveremos a salir de casa por la mañana sin antes haber cumplido con nuestras obligaciones de cuidado matinales. Y el día que no tengamos ganas de hacer nada, deberemos repetirnos hasta el cansancio: “nuestra piel es tan importante como desayunar, levantar a los chicos o arreglarte para el trabajo”. ¿Prometido?

Paso 1: Higiene: María Eugenia señala que una correcta higiene “es el primer paso para el cuidado de la piel, sin distinción de edad ni tipo de piel. Su importancia radica en que una limpieza profunda prepara la piel para recibir de forma activa los ingredientes de los productos que se aplicarán posteriormente.”
Es por ello que elegir un producto de limpieza adecuado a nuestro tipo de piel es clave. Las opciones, de acuerdo a María Eugenia, son variadas: “puede ser un producto en forma de leche, emulsión, gel o espuma. La gran novedad de un tiempo a esta parte son las soluciones micelares, que desmaquillan y limpian suavemente las pieles sensibles y son prácticas para personas que no tienen tiempo o no están acostumbradas a realizar los pasos de higiene diaria”.
Otro paso clave que debemos realizar semanalmente es la exfoliación: no hay nada más efectivo para mejorar el aspecto de la piel, lograr luminosidad y barrer con las células muertas que este tratamiento. Para las que somos muy perezosas y siempre lo posponemos, podemos hacerlo mientras nos duchamos. Recuerden la promesa, ¡no hay excusas!
De todas formas, cada cierta cantidad de tiempo debemos recurrir a una limpieza de cutis profunda realizada por un profesional. Es que nuestra rutina diaria, siempre necesaria, suele ser insuficiente para mantener la piel en las mejores condiciones, ya que muchas veces no logra eliminar todos los barritos, puntos negros y demás impurezas profundas de nuestro cutis. Pero, ¿qué debe entenderse por una limpieza profunda? En resumen: una higiene cutánea -o pulido-, seguida de una extracción, luego un drenaje linfático y, finalmente, una nutrición profunda.

Paso 2: Tonificación: “Aplicamos agua termal, agua de rosas o tónico. El biotipo cutáneo definirá cuál de esas opciones será la indicada en cada caso: si nuestra piel es sensible, sólo aplicaremos agua termal, mientras que si tenemos una piel grasa o acné, tendremos que aplicar un tónico específico para terminar de retirar restos de grasitud”, comenta la profesional. Y eso es todo. Este paso es súper fácil y muy necesario, ya que se busca afinar, tonificar y cerrar los poros. ¡Que pase el que sigue!

Paso 3: Aplicación de hidratante + contorno de ojos: Seguramente somos muchas las que procuramos casi obsesivamente tomar 8 vasos de agua al día; pero, ¿somos tan estrictas con la aplicación de una crema hidratante diurna? Sabido es que el agua nos ayuda a hidratar la piel, pero con esto solo no alcanza: debemos aplicarnos una crema hidratante a diario, ya que “es clave para el mejoramiento de la salud cutánea, independientemente del tipo de piel y de la edad”, comenta María Eugenia. Y agrega: “una piel hidratada tiene una superficie lisa, continua, flexible y satinada, es suave al tacto y, al pellizcarla, se nota firme y elástica. Cuando hay falta de hidratación, los síntomas son visibles: piel áspera, rugosa y poco flexible, con tendencia a pelarse y con un tono apagado”.
¿Es eso lo que buscamos? Si queremos evitarlo, tengamos el hábito de usar diariamente hidratantes que no sólo contrarrestan la sequedad producida por causas externas e internas, sino que además restablecen la película protectora de nuestra piel. Ahora bien: ¿cuál es la mejor forma de aplicarla? María Eugenia nos saca de dudas: “extendéla mediante suaves y ligeros masajes ascendentes, ya que estos movimientos facilitan la micro circulación sanguínea y favorecen la penetración de los principios activos de la crema hidratante”.
Pero esto sigue: luego de haber aplicado la crema hidratante -extendiéndola por toda la cara menos en el contorno de los ojos-, debemos colocar una gotita de una crema o gel específico para contorno de ojos en uno de nuestros dedos anulares -ya que son los que menos fuerza tienen en la mano- y darnos leves toques alrededor de los ojos, pasando por la parte exterior -por donde se forman las patas de gallo- y siempre teniendo mucho cuidado para que no nos entre crema –ya que produce irritación-. Con estos toques, estaremos masajeando la zona para que penetre mejor la crema y tenga mayor efecto.

Paso 4: Proteger: Todos los días –llueve o truene- debemos aplicarnos una pantalla solar, crema CC o, directamente, una base de maquillaje con protección solar. Al respecto, la profesional comenta que “la protección diaria es la primera línea de defensa contra el envejecimiento y la hiperpigmentación. Un amplio espectro de protección contra los rayos UVA y UVB y la polución, ayuda a prevenir la destrucción de colágeno y el enrojecimiento de la piel, reduciendo así la formación de arrugas y la aparición de manchas.” ¿Suena importante, verdad? Y si te estás imaginando toda pegoteada, con un tono blanquecino y un dejo de olor a playa, es hora de que te des una vuelta por la farmacia: hoy en día existen protectores súper ligeros e inoloros, ideales para su uso diario, con componentes antioxidantes y de protección inmunológica que ayudan a prevenir el fotoenvejecimiento cutáneo.

¡QUÉ NOCHE, TETÉ!
Llegó tu momento: podés relajarte, mirar un capítulo de tu serie favorita, charlar con una amiga o leer un buen libro. ¡Stop! No tan rápido: antes de hacer lo tuyo para luego arrojarte a los brazos de Morfeo, tenés que pasar por el baño a terminar tu rutina de belleza diaria. Anotá:

Paso 1: Higiene: si la experiencia te indica que dejarlo para último momento puede llevar a que te venza la pereza (y que casi que con toda seguridad te termines durmiendo con restos de maquillaje), lo mejor será que cambies de estrategia y lo hagas ni bien llegues a casa. Es importante que este paso lo hagas a conciencia y te demaquilles por completo el rostro, ya sea con una leche o con una emulsión de limpieza; los párpados deben limpiarse con un desmaquillante de ojos específico para esa zona -incluso aunque no te hayas maquillado, ya que con este paso retiramos y eliminamos cualquier resto de sebo, polución o suciedad del día-.

Paso 2: Tonificación: este paso se repite exactamente igual que en la mañana. Si tenés piel mixta, quizás no sea necesario aplicar el mismo tónico astringente de la mañana, ya que no es importante matificar la piel o eliminar el exceso de brillo para irnos a dormir.

Paso 3: Nutrición: María Eugenia destaca que “es fundamental nutrir la piel aplicando un Sérum y/o crema de noche, que por lo general son cremas emolientes o con un tenor graso más elevado”. Este momento del día es clave, ya que será cuando los productos de belleza actuarán con mayor eficacia. Si a ello le sumamos que el sueño es esencialmente reparador para todo el organismo, y que estudios científicos demostraron que durante la fase profunda del sueño –entre las 12 y las 4 de la madrugada- es el momento del día en que los tejidos del cuerpo se regeneran con mayor intensidad, la noche es definitivamente el momento ideal para tratamientos más profundos, ya que la piel se relaja y se predispone a ser reparada y restaurada.
Los efectos de un tratamiento nocturno ayudan a mejorar las condiciones de la piel, obteniendo mayor elasticidad del colágeno, renovación celular y aumento de la microcirculación sanguínea cutánea. Por ende, la constancia de aplicarnos productos nocturnos nutritivos, hidratantes, emolientes y renovadores puede devolvernos al rostro parte de su juventud y mantener sus virtudes de lozanía por mucho más tiempo.
Naturalmente, debemos elegir un producto que sea adecuado para nuestro tipo de piel, necesidad y edad. Así, las pieles secas y sensibles necesitan un producto nutritivo, rico en sustancias emolientes, que reparen la deshidratación diurna; y para las pieles grasas o con problemas cutáneos, los especialistas recomiendan una ligera, que en los casos de acné o espinillas puede estar precedida de un fluido reequilibrante -nunca graso- para descongestionarla y desinfectarla.

Paso 4: Corregir: “Este paso lo podemos hacer siempre y cuando no tengamos una piel sensible o lastimada. Los ingredientes correctores de alta tecnología son un requisito esencial para mejorar los problemas cutáneos”, afirma María Eugenia. En este sentido, los ácidos (glicólico, mandélico, láctico, gluconolactona, saliscílico, entre otros) y los retinoides tópicos son todos principios activos que trabajan sinérgicamente para reducir la deshidratación, las arrugas, la pigmentación y el acné. ¡Maravilloso!

Estos cuidados diarios nos asegurarán tener una piel limpia, hidratada y cuidada. Debemos recordar siempre que la prevención es la mejor aliada para evitar daños en la piel; por eso, y para poder lucirla saludable, nada como consultar un profesional en cosmetología médica para prevenir inconvenientes, ayudarnos a diagnosticar y conocer nuestro biotipo cutáneo, y para que nos oriente en consultorio mediante un protocolo de tratamiento específico para nosotras, que nos guíe respecto a los productos que debemos usar en casa según nuestro tipo de piel. Ahora, ¡a cuidarse!

CONSEJO DE PRODUCTOS:

DIOR Capture Totale: correctora y aniage. Ideal para pieles maduras y para corregir manchas y dar luminosidad.

MAX FACTOR Facefinity all day primer: se coloca antes de la base y hace que ésta tenga una duración prolongada ademas de cerrar los poros y aportar proteccción UVB.

LANCÔME City Miracle:  CC Cream, defensa cotidiana.

LA ROCHE-POSAY Physiological face cleansing gel: limpia, purificay refresca la piel respetando su balance fisiológico.

VICHY Aquilia Thermal dynamic hidratation rich cream: hidratante, nutritiva, ideal para uso diario para pieles secas.

LA ROCHE-POSAY Redermic: gracias al retinol puro ayuda a mejorar las arrugas sin irritar la piel.  Ideal para el uso diario en pieles con los primeros efectos de envejecimiento.

DIOR One Essential: detoxifica y energiza la piel devolviéndole la luminosidad.

DIOR Capture Totale noche: gran poder regenerativo, la piel amanece más linda y joven.  Aplicar en rostro y cuello.