“Cuando cierro los ojos y pienso en Nápoles, estos son los colores que veo…”

Para la Primavera/Verano de 2018, Lucia Pica, CHANEL Global Creative Make up and Color Designer se inspira en la que es su ciudad natal; Nápoles. Una ciudad sagrada y sensual, antigua y moderna, inmortal y espectacular, histórica y viva.

El paisaje cambiante de Nápoles está repleto de historia, significado y metáfora, es fuente de inspiración por sus colores, tendencias y técnicas que confieren una atmósfera mediterránea, rica e inesperada, antigua y contemporánea a la vez.

Así, los nuevos pigmentos para labios POUDRE A LÈVRES siguen el ejemplo de los colores y la técnica de la témpera de los frescos de Pompeya. Basta mezclar un polvo con un bálsamo, para obtener un efecto fundido, pictórico y con una intensidad de color que se adapta al tono que se desee.

El nombre Neápolis, o ‘Nueva Ciudad’, refleja los orígenes de Nápoles, antigua colonia griega, así como una ciudad moderna sobre la que Lucia Pica lanza una nueva mirada. Libre de clichés, sus antiguas raíces y su moderna visión se reencuentran en una paleta sorprendente.

Los verdes, los amarillos, los dorados, los rojos y los negros se complementan y evocan al mismo tiempo, tanto el entorno natural, desde el paisaje volcánico del Vesubio y los Campos Flégreos hasta las aguas de la Bahía, como el legado arquitectónico y artístico hecho por el hombre, que incluye desde los pigmentos de los frescos de Villa Popea en Oplontis hasta la decoración de las iglesias barrocas con las valiosas y ocasionales pinturas de Caravaggio. Una vez explorados.

La historia de Nápoles está ligada a la de Parténope, la sirena cuyo cuerpo fue arrastrado a la orilla donde se asentaba la ‘Antigua Ciudad’; cuyo nombre da origen al de la villa. Con su tentadora pero letal canción, junto con su poder de atracción femenina, son base de una antigua leyenda que encuentra su reflejo en el mito moderno construido por Gabrielle Chanel. Con esta colección, las mujeres hacen algo más que jugar con los colores, se unen al espíritu de Nápoles y a su estilo majestuoso, indomable y optimista, que todavía ofrece hoy en día tanta riqueza como en el pasado.