Mujeres emprendedoras que ocupan posiciones de máxima responsabilidad en empresas innovadoras: si hasta ayer era casi una rareza, hoy es una creciente -y grata- realidad. Los ejemplos abundan y el mundo del beauty no es ajeno: afortunadamente, cada vez son más las mujeres liderando emprendimientos de alto impacto, y que logran trascender en el mundo de los negocios al influjo de talento, coraje e inteligencia.

Para muestra, dos botones: Jen Atkin, fundadora de Ouai, y Emily Weiss, fundadora y CEO de Glossier. Ambas, que comenzaron sus carreras en reconocidas empresas para luego desarrollar sus emprendimientos, gozan de un creciente reconocimiento y son, para muchas, fuente de inspiración. Spoiler alert: sus productos no están disponibles en Uruguay (todavía).

ONLY THE BRAVE

Quien esté atenta a las tendencias globales, seguramente la conoce: nombrada una de las estilistas del momento por la influyente revista Allure, Jen Atkin es la estilista fetiche de, entre otras, las hermanas Kardashian, Kendal Jenner, Bella Hadid, Katy Perry, Kaia Gerber y Jessica Alba. Su historia parece salida de Hollywood: oriunda de Utah, y cansada de no encontrar una estilista que la interpretara, comenzó a experimentar cortes y tinturas en el garaje de su casa; sus amigas, que quedaban encantadas, la alentaron para probar suerte en California, a donde viajó con poco más que sus sueños y 300 dólares en el bolsillo. Los inicios, como siempre, no fueron fáciles: recorrió decenas de peluquerías hasta que la contrataron como recepcionista en un salón de Beverly Hills; una vez establecida, y casi sin darse cuenta, pasó de la recepción al salón, y de asistente a estilista de Kim, Khloe y Kourtney Kardashian. Desde entonces, Jen es una gurú del estilismo, repartiendo su tiempo entre EE.UU., Europa y el Medio Oriente. Sus seguidoras en Instagram (@jenatkinhair) se cuentan por millones, en especial desde 2016, año en que lanzó al mercado Ouai, su línea de productos para el cabello que complementó con una colección de extensiones y otra de accesorios, Chloe+Isabel. Por si fuera poco, a continuación creó Maneaddicts.com, sitio web donde dar respuesta a los cientos de consultas que recibía sobre estilos, cortes y colores desde todo el mundo. El éxito fue exponencial.

De todas sus creaciones, Ouai es su niña mimada. Fruto de años de I+D, responde a la premisa de ofrecer productos de calidad que ayuden a la mujer a ahorrar tiempo a la hora de arreglarse. Con un nombre ligeramente confuso de pronunciar –que, curiosamente, es parte de su éxito-, un packaging decididamente chic y una influyente clientela –donde las celebrities se cuentan por decenas, ofrece una extensa variedad de productos que van desde los más básicos –shampoo, acondicionador y fijador- hasta soluciones específicas para el styling, entre los que se destacan los wave sprays, el dry shampoo y los prolongadores de peinado.

Como tanta celebridad puede hacer desconfiar a más de uno, Atkin permanentemente destaca el importante apoyo profesional detrás de la línea, elogiando el trabajo de los dermatólogos y especialistas que trabajan con ella en la creación de sus productos. Asimismo, se sigue tomando el tiempo para escuchar atentamente el feedback de sus fans a través de las redes sociales, lo que la ha llevado, incluso, a crear nuevos productos teniendo en cuenta estos comentarios. Y cuando ella no tiene la solución, suele recomendar a sus seguidoras productos de otras colegas mujeres, convencida de que hay lugar para todas. ¿Qué más se le puede pedir?

GIRL POWER

Emily Weiss, fundadora y CEO de Glossier, hace tiempo da que hablar. Considerada una it girl innata, se inició en el mundo de la moda como pasante en Ralph Lauren, dando el salto a Vogue como asistente de styling. Durante esta etapa se hizo el tiempo para lanzar su blog personal, Into the Gloss, que incluía una sección (Top Shelf, que todavía muchos recuerdan), donde Emily entrevistaba a celebridades –muchas veces en el baño del dueño de casa- para conocer sus rutinas. El éxito fue tal que los ingresos por publicidad comenzaron a multiplicarse, y con ellos, la renuncia a la revista fue inevitable.

Con el tiempo, y siempre escuchando a sus lectoras, advirtió que había un nicho en el mercado que no estaba siendo atendido: el de los productos de buena calidad, con un packing cool y moderno a precios asequibles. En 2014, y como consecuencia de ese valioso feedback, lanzó Glossier, una línea de productos que la propia fundadora describió desde un principio como beauty lifesytle.

Rápidamente, Glossier se posicionó como una marca net, moderna, donde predominan los colores pasteles, que ofrece productos simples y fáciles de usar a precios competitivos. Y no solo eso: es reconocida como una marca inclusiva, apta para todas las edades y estilos, al punto que muchas de sus modelos son seguidoras reclutadas de las redes sociales.

La marca comenzó con una oferta limitada, pero poco a poco fue ampliando su portfolio; actualmente, no pasan más de un par de meses entre lanzamientos de nuevos productos, algo infrecuente en el medio. Y a pesar de su corta vida, algunos de sus productos ya son verdaderos clásicos: el Milky Jelly Cleanser (gel de limpieza), el Boy Brow (una pomada para cejas) y su balm dotcom (bálsamo de labios), son solo algunos ejemplos.

Los productos se pueden comprar online (de momento, solo hacen envíos a EEUU, Canadá y Londres) o adquirirse personalmente en su único showroom, un espacio curioso y muy  rosado; pero no por ello poco lucrativo: se dice que ya genera más ventas por metro cuadrado que cualquier tienda Apple en Manhattan.

En definitiva, Jen Atkin y Emily Weiss son dos líderes de creciente prestigio, jóvenes emprendedoras que con determinación y visión crearon dos empresas dinámicas y reconocidas; verdaderas role models de las que pueden obtenerse valiosas lecciones. ¡A seguir sus ejemplos!